Era el pasado 6 de diciembre, un día importante para todos los
implicados en la Copa del Mundo de 2014, que se celebrará en Brasil
entre junio y julio: se sorteaban los grupos que definirían el calendario de la primera fase de la competición. La expectativa en la Costa do Sauípe, un resort
en el Estado de Bahía, donde se celebraba la ceremonia, era elevada.
Pero en cuanto comenzó la transmisión, buena parte de los asistentes y
500 millones de telespectadores de casi doscientos países se distrajeron
con otro asunto: la presentadora del sorteo.
Fernanda Cama Pereira Lima
—o Fernanda Lima, a secas—, de 36 años, nació a 2.300 kilómetros de
Bahía, en Porto Alegre, capital de Río Grande del Sur. Rubia, de 1,76
metros de altura, ojos claros y vestida de la cabeza a los pies con un
ajustado vestido dorado de pronunciado escote y tacones de aguja, Lima
parecía una top model brasileña tipo Gisele Bündchen.
Fan de Grêmio, el equipo de fútbol de su ciudad natal, la modelo,
actriz y presentadora está casada con el también modelo y rubio
presentador Rodrigo Hilbert y, juntos, forman la pareja feliz de la
televisión brasileña, en la que aparecen con sus gemelos —rubios—
Francisco y João, de cinco años. El cuerpo de su madre está esculpido
por las clases de ashtanga yoga, que practica desde hace ocho
años. Cuando sale a pasear por Leblon, famoso barrio de Río de Janeiro,
ese alborozo de la presentación del sorteo suele ocurrir en vivo y en
directo.
Lo que en la capital fluminense puede ser normal, en otros lugares
del mundo causa problemas. En la ceremonia de la FIFA, Lima desató tanto
furor que en Irán se interrumpió la transmisión y solo se reanudó tras
cortar los planos que mostraban el generoso escote de la brasileña. La
actriz llegó a pedir disculpas públicamente por el “malestar” generado
en un país conocido por el estricto rigor de sus normas.
Hija de dos profesores de Educación Física, Lima comenzó su carrera
en las pasarelas a los 14 años, cuando fue descubierta por un fotógrafo
en una playa de Río Grande del Sur. Durante su etapa de modelo, vivió en
Japón, Italia y Suiza. Debutó en televisión en 1999, a los 22 años,
como presentadora de un programa de turismo en la MTV. Después, estudió
Periodismo y presentó varios espacios en la televisión brasileña, además
de actuar en películas y telenovelas. Su último programa, cuya cuarta
temporada terminó en diciembre pasado, fue Amor & Sexo, una
emisión semanal de Rede Globo con público en el plató y dirigida a una
audiencia joven sobre temas relacionados con el sexo, claro.
Fue la anfitriona del primer beso gay retransmitido ante las cámaras
brasileñas cuando invitó a algunas parejas para que reprodujesen la
clásica escena de la famosa producción de Disney La dama y el vagabundo,
en la que dos perros de distintas clases sociales cenan en un
restaurante italiano y acaban sorbiendo el mismo espagueti del plato y
uniéndose en un beso. Una pareja heterosexual y otra homosexual
aceptaron la broma y el programa pasó a la historia.
En una entrevista con el diario Folha de S. Paulo, Lima llegó a decir que la sexualidad de los brasileños es “escasa”: “La libertad del cuerpo, el baile, el funk
afloran en nuestra sensualidad. Pero es apariencia. En la cama, es
diferente. Los sentimientos profundos son bastante inusuales”, dijo. El
tono medio filosófico es intencionado: Fernanda Lima estudia su segundo
año de posgrado en Filosofía en la Universidad Católica Pontificia de
Río de Janeiro (PUC-RJ) y se desdobla para acudir a clase todos los
martes y viernes. No es solo un escote bonito.
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